Trabaje, señor Dragón, trabaje.

Hola, amigas lectoras:

Estoy todavía temblando de la emoción que me produjo haberle ganado una vez más a la plataforma de Amazon y mi querido Dragón –una vez más– está en el escaparate de AMAZON.

Pensar que el destino del libro depende de ustedes y su capacidad de comprarlo, es otorgarles mucha responsabilidad en algo que no tienen.

Yo lo hice, yo lo publiqué y ahora le endilgo todo el compromiso a Arden Russell. Y como dice la ninfa, «Trabaje, señor, trabaje».

No quiero ser cancina con eso de que no soy dueña de mi tiempo y que mi trabajo de maestra absorbe el tiempo que quisiera dedicarle a escribir mis libros, pero estoy en vías de organizarme mejor para poder sacar a la luz cada uno de mis sueños.

«El Límite del Caos» es un proyecto de largo plazo, quedan dos o tres libros más y bien acabo de subir el II y ya tiemblo con el III. Pero mi mente inquieta no me deja tranquila y si no escribo otra cosa, me vuelvo loca así que estoy pensando publicar pequeñas historias entre Caos y Caos.

Proyectos, proyectos… ¿Quién me iba a decir a mí, la chica tímida que la pasó mal en su época escolar estaría hablándoles a ustedes de mis libros? Pues, me lo decía mi madre: «Sé fuerte, hija, resiste, que para ti vendrán tiempos mucho mejores», y resistí, ya tengo tres libros publicados y deseos de publicar muchos más. Para mí, esos son tiempos mejores.

Estoy aprendiendo día con día y cada vez me enamoro más de mi oficio. Amo co

ntar historias, cada vez más estoy aprendiendo a amar las palabras con las cuales las escribo. Tengo ayudas –Vero y Ximena– y muchos apoyos –mi madre y ustedes– pero el aprendizaje es personal y cada cosa que me pasa con todo esto siento que me está cambiando para bien (al menos, ya me mostré, aunque sea en un retrato a lápiz).

«La Naturaleza del Escorpión» está en la librería virtual, pedacitos de la historia están en la sección LIBROS, estoy muy emocionada y sueño con que el señor Dragón trabaje, trabaje y que todas ustedes puedan

tenerlo.